
Quiero escribir, quiero agradecer, quiero dejar ir y quiero crecer.
Como una nota al corazón que no escribí para mí, sino para lo que quiero ser. El sentimiento de querer mostrar, pero que nadie lo vea es como una sensación rara en el estómago. Cuando decidí plasmar lo que mi mente miraba, pero no veía, creo que aún hay mucho más por decir.
¿Cuánto de lo que he hecho me ha sumado? Y cuanto de eso fue misericordia y no talento. Como un hijo, confío en mi padre y como un hijo quiero honrarlo. Vine a la tierra, pero no soy de ella, fui llamado, fui escogido, pero no soy consciente de ello. Quisiera escribir en un idioma que solo yo puedo leer, pero necesito que el mundo vea lo que digo.
No sé cómo mostrar las palabras, como se ven los sentimientos y como se escuchan las intenciones. No sé qué escuchar porque no sé qué estoy sintiendo. No nací para vivir triste, no quiero crecer para sentirme pequeño.
Cada punto, espacio y coma significan algo ¿pero cuánto de ello lo demuestra?
Quiero llamarte y saber que estás ahí, pero mejor nunca me alejaré de ti.
Amén.
No menciono mi nombre porque no tengo uno, quiero escuchar como me ven los demás. También, creo que tengo una gran conexión o confusión entre oír y ver, seguramente es lo que soy.
G-